Este es un artículo emocionante porque toca una de las profecías más importantes del Apocalipsis y revela el tiempo tan esperado de su cumplimiento. Trata de la caída de Babilonia, que tiene su contrapartida en la liberación del pueblo de Dios, simbolizada en la historia de los dos testigos de Apocalipsis 11. Cuando vemos cómo estas profecías se cumplen en perfecta sincronía, podemos estar seguros de que el tiempo ha llegado y nuestra liberación no se demorará. Muchas bendiciones aguardan al lector mientras continuamos siguiendo el consejo de estudiar juntos los libros de Daniel y Apocalipsis.
En la parte I, se vio que los dos testigos de Apocalipsis 11 están conectados con Daniel 12 y se presentaron de la siguiente manera:
El juramento por un “tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo” se hizo ante dos testigos, uno en cada orilla del río.[1] Por lo tanto, este período, que equivale a tres años y medio proféticos o 1260 días literales, puede entenderse como aplicado dos veces—una vez por cada testigo—lo que hace un total de 2520 días.
Esto tiene un significado muy profundo del que dan testimonio nuestros numerosos artículos que suman miles de páginas. ... El juramento de Daniel 12 en particular está conectado con el juramento de Apocalipsis 10 y la historia de los dos testigos de Apocalipsis 11. ¿Podría ser que los dos “testigos” a ambos lados del río en Daniel 12 estén relacionados con los dos relojes que el Señor reveló al comparar las profecías de Apocalipsis con los cielos estrellados?
El mensaje de Orión representa el comienzo de un mensaje de juicio que ahora se está completando a través de la constelación del reloj Horologium. Estos dos relojes celestiales—el reloj de arena y el reloj de péndulo—representan dos testigos del Tiempo, al igual que hubo dos testigos del juramento en Daniel 12. [2]
Ahora cambiaremos nuestra perspectiva de Daniel y su visión del Hombre sobre el río, a Juan y su visión de los dos testigos, que los cielos muestran como conectados por un río de tiempo. En Apocalipsis 11, el mismo periodo de 1260 días se da de la siguiente manera y se aplica a cada uno de los dos testigos como en Daniel:
Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. (Apocalipsis 11:3)
Como se explicó en La abominación desoladora, transcurren 2 × 1260 días (2520 días) desde el comienzo de la predicación del mensaje de Orión hasta que se contó la historia del sacrificio de los dos testigos a través de nuestras publicaciones.
Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. (Apocalipsis 11:7)
Así, podemos reconocer una relación paralela que emerge entre las líneas de tiempo de Daniel explicadas antes, y las de los dos testigos. En parte, esto nos llevó a comprender los periodos de tiempo restantes de 1290, 1335 y otro número indeterminado de días de los que también se habla en Daniel 12, como se resume en la siguiente línea de tiempo del artículo anterior.
Ahora que se ha establecido la correspondencia entre la predicación figurativa de los dos testigos vestidos de cilicio en Apocalipsis 11 y los dos testigos de Daniel 12 a orillas del río por 2 × 1260 días (o 2 x tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo) que se indican en ambos capítulos, podemos hacer la pregunta lógica: ¿las líneas de tiempo restantes de Daniel 12 también encajan en el contexto de la historia de los dos testigos de Apocalipsis 11?
El siguiente marco de tiempo mencionado en Apocalipsis 11 son los tres días y medio durante los cuales los dos testigos yacen muertos:
Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. (Apocalipsis 11:8)
Aunque tendremos que examinar detenidamente cada elemento de la descripción más adelante, ya podemos preguntarnos si existe una forma obvia de que los marcos de tiempo coincidan. Tres días y medio, usando el principio de “día por año”, apunta a tres años y medio, o 1260 días otra vez. Sin embargo, la siguiente línea de tiempo en la secuencia según Daniel 12 no es de 1260 días, sino de 1290 (del 14 de diciembre de 2016 al 25 de junio de 2020, en la imagen de arriba).
Esto puede explicarse reconociendo que según el calendario bíblico, un año tendrá a menudo un mes bisiesto (en promedio cada 3 a 4 años). Un año profético es de 360 días, por lo que un año profético con un mes bisiesto sería 30 días más largo, por lo que sería de 390 días. De hecho, durante un período de tres años y medio en el calendario judío, está garantizado que habrá un año que necesite un mes bisiesto. Esto añadiría 30 días a todo el periodo, haciéndolo de 1290 días.
¿Por qué entonces el “tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo” de Daniel 12, fueron entendidos como 1260 días? De nuevo, el estudio conjunto de Daniel y el Apocalipsis proporciona la respuesta. Apocalipsis 11 especifica la duración diciendo que los dos testigos profetizaron durante 1260 “días” literales cada uno.
Ahora que entendemos cómo deben contarse exactamente los días, podemos proceder a buscar el siguiente periodo en Apocalipsis 11, que son otros tres días y medio:
Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. (Apocalipsis 11:11)
En este punto, llegamos a la primera dificultad. Parece que estos tres días y medio más se alinearían aproximadamente con los 1335 días que siguen de la línea de tiempo de Daniel, pero este período es de 45 días adicionales más largo incluso que el período de 1290, que ya está calculado con un mes bisiesto. ¿Cómo podemos conciliar esto?
Si uno busca 45 días (un mes y medio) como un periodo profético en la Biblia, difícilmente se encontrará algo que pueda corresponderle excepto la diferencia de los 1335 y 1290 días de Daniel 12.
Son los tres días y medio en la historia de los dos testigos de Apocalipsis 11 lo que parece discrepar con Daniel 12 por un espacio de 45 días, y la solución a esto sólo puede venir del estudio conjunto de ambos libros.
Recordemos que Apocalipsis es un libro de símbolos, cuyas profecías se desarrollan en el firmamento. En la parte I se explicó que los dos testigos representan algo en los cielos: las dos constelaciones de reloj a cada orilla del río Eridanus, como también se describe en la escena del juramento de Daniel 12.
La constelación de Orión, el reloj de arena, es un testigo del tiempo en una orilla del río, mientras que en la otra se encuentra la constelación de Horologium como el reloj de péndulo, el otro testigo del tiempo. Entre los dos fluye el propio río del tiempo, representado incluso con un hombre en medio del río, como vio Daniel (aunque “como si hubiera sido muerto”[3]). El Faetón de la tradición, que supuestamente había sido asesinado y arrojado al río, debe entenderse en realidad como Jesús sobre el rio en la visión de Daniel, mientras que los dos testigos son testigos del tiempo, concretamente del tiempo que Él juró para el fin del mundo:
Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas. (Daniel 12:6,7)
¿Estás viendo la imagen? El hombre vestido de lino sobre las aguas del río hace el juramento con respecto a cuánto tiempo será hasta el fin de “estas maravillas”—a saber, las maravillas de Daniel 12 incluyendo enseñar la justicia a la multitud, la gran tribulación, la resurrección, etc—todos los cuales son temas importantes para cada fiel seguidor de Cristo. Y este juramento con respecto al tiempo es atestiguado desde dos ángulos diferentes por dos testigos del tiempo diferentes (relojes). Por lo tanto, estos dos relojes deben predicar y profetizar, y esto es lo que ha estado sucediendo durante los últimos 12 años a medida que estos relojes celestiales han sido estudiados de acuerdo con las Sagradas Escrituras y presentados en los sitios web ÚltimoConteo.org y GranjaNubeBlanca.org. Al igual que el Antiguo y el Nuevo Testamento, donde uno mira hacia adelante a la cruz y el otro mira hacia atrás, lo mismo ocurre con los dos sitios web, uno mira hacia adelante al Sacrificio de Filadelfia y el otro mira hacia atrás. Las páginas web no son los dos testigos en sí (tampoco nuestros libros, como suponíamos anteriormente), sino que todos ellos expresan el testimonio de los relojes.
Se dice que los dos testigos profetizan durante 1260 días (dos veces) vistiendo cilicio, y luego se dice que yacen muertos durante tres días y medio (dos veces). Es interesante que en Apocalipsis 11, los 1260 días son dados en tiempo literal mientras los dos testigos estaban vivos, y luego mientras estaban muertos, el periodo es dado en tiempo profético. Es importante que Daniel nos haya informado que los primeros tres días y medio proféticos de Apocalipsis 11 corresponden a 1290 días literales, porque eso nos da a entender que los segundos tres días y medio proféticos también deben contarse como 1290 días literales.
En resumen, el curso de la profecía de estos dos testigos en cilicio, su muerte y resurrección, comienza con la publicación de la presentación de Orión. El periodo desde entonces hasta 2016 se simboliza como “predicación en cilicio” porque el mensaje era de desesperada necesidad de arrepentimiento y cambio de corazón dentro de la iglesia remanente. A partir de 2016, después de que el sacrificio de Filadelfia se hizo, los dos testigos murieron figurativamente, por consiguiente. Sin embargo, el estudio de los cielos con respecto al tiempo del regreso de Cristo continuó, y esto está simbolizado en el lenguaje profético por el hecho de que los dos testigos no fueron sepultados.
Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. (Apocalipsis 11:9)
Los dos testigos siguieron siendo vistos, dando testimonio aún estando muertos—hasta (como ahora podemos calcular) el 6 de enero de 2024. En ese momento, van a recibir nueva vida de Dios y aún continuarán dando testimonio, ahora elevándose a su forma más gloriosa hasta el momento.
Fue durante los 1335 días de ese periodo cuando las naciones se “enviaron regalos” unos a otros en forma de dosis de vacuna COVID-19. Al principio, esto se hizo en forma de promesas, que luego se cumplieron a medida que las vacunas estaban disponibles y la producción aumentaba.
Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra. (Apocalipsis 11:10)
Las advertencias que los dos testigos habían estado dando estaban atormentando la tierra cuando la gente empezó a ver la angustia y la pestilencia por todas partes, que ellos habían profetizado, pero el desarrollo de las vacunas apaciguó la preocupación. Fueron especialmente las naciones ricas, como Estados Unidos,[4] las que prometieron y entregaron dosis de vacunas a las naciones más pobres o menos equipadas para celebrar las aparentes libertades recuperadas que prometían las vacunas disponibles. Así, se puede ver que el versículo 10 con esta entrega de regalos de vacunas, de hecho pertenece al segundo periodo de tres días y medio que se menciona en el versículo siguiente (11; abajo) y que corresponde al periodo del 25 de junio de 2020, al 6 de enero de 2024.
Después de esto—es decir, a partir de los 45 días del 6 de enero de 2024—tiene lugar algo muy simbólico:
Ten en cuenta que el 6 de enero es Epifanía, el día que se celebra en las tradiciones cristianas para conmemorar cuando Dios se manifestó al mundo a través de Jesucristo. Se conmemora el día en que los tres magos—gentiles—acudieron a Jesús y Le honraron con regalos y adoración. Esto corrobora el texto bíblico, que también indica una manifestación del poder de Dios. Además, los tres magos que presenciaron esta manifestación de la divinidad en carne humana tienen un profundo significado a la luz de la procesión de los reyes, en la que tres cometas (como los reyes) acuden al reloj de péndulo celestial para dar testimonio del momento del regreso de Cristo.
El último de esos “reyes” cometarios[5] en acercarse al reloj es el cometa E3, que acabará de "cortar" el primer racimo de uvas de la vendimia cuatro días antes del 6 de enero de 2024, y al final de los 45 días alcanzará la hora de las seis del reloj, de la que da testimonio:
Esto nos da a entender que esta epifanía se describiría mejor como un proceso (o procesión) de 45 días en tres etapas. Esto proporciona un buen apoyo a la analogía, al considerar que los tres “reyes” cometarios habrán venido a dar sus “regalos” en ese momento. Primero, llegan el 6 de enero. Puedes imaginarte cómo fue la llegada de los magos a casa de José y María: se presentaron, contaron la historia de cómo el Señor les había guiado y explicaron el propósito de su misión. Todo esto les llevó algún tiempo, tal vez una hora. Después, al cabo de esa hora, se presentó el primer regalo al Salvador.
Si, en aras de la simplicidad, suponemos que los 45 días se dividen en tres partes iguales de 15 días para cada uno de los tres cometas, surge una característica interesante ya que “una hora” de tiempo profético son exactamente 15 días de tiempo literal.[6] Esto significaría que la entrega del primer regalo podría corresponder al 21 de enero de 2024. Es más o menos el momento en que el cometa E3 entra en la esfera del reloj, y la fecha exacta en que vuelve a cruzar la trayectoria del cometa BB, como si terminara el corte. En la analogía de los reyes magos, los otros dos reyes tendrán su turno en las dos horas siguientes para contar su historia y presentar también sus regalos: el segundo regalo el 5 de febrero de 2024, y el tercero el 20 de febrero de 2024 (la hora de las seis). Entonces, los tres cometas habrán marcado su hora en el reloj, y la manifestación de Dios—la epifanía—estará completa.
Cuando el cometa E3 entre en la esfera del reloj en la primera hora de este período, el Espíritu de vida habrá entrado en ambos relojes (testigos). Esto se debe a que, en ese mismo momento, el cometa K2 ya estará en la constelación de Orión, adonde habrá llegado poco antes.
Un cometa se acercó a ambos relojes justo después de que expiraran los dos tiempos de tres días y medio (2 × 1290 días literales) el 6 de enero de 2024, cuando debía cumplirse la profecía de que recibirían el Espíritu de vida. Los cometas simbolizan ángeles o espíritus, mensajes o aliento. De este modo, el “Espíritu” de vida procedente de Dios—los cometas representan el aliento primordial del Creador procedente de la nube de Oort—reanima a los dos testigos justo a tiempo, de acuerdo con la profecía.
En la historia de los dos testigos, al concluir los 2 × “tres días y medio” el 6 de enero de 2024, se describen tres cosas distintas, que aparentemente se aplican durante los 45 días de la manifestación divina:[7]
El Espíritu de vida de Dios entró en ellos,
Se pusieron de pie,
Gran temor cayó sobre los que los vieron.
Este proceso de tres etapas podría resumirse como una fase de esperanza renovada, luego de independencia y, finalmente, de fortaleza por parte de los dos testigos. Por el contrario, comparando esto con la gran caída de Babilonia descrita en Apocalipsis 18, uno nota que Babilonia también está profetizada para caer en tres “horas” que también podrían ser etapas. Las etapas de la caída de Babilonia casi parecen el reverso de la experiencia de los dos testigos:
Los reyes se lamentan por Babilonia mientras la miran ardiendo (muy debilitada) y temen acercarse. (Apocalipsis 18:9-10)
Los comerciantes se lamentan por su pérdida de ventas que los mantenían. (Apocalipsis 18:11-17a)
Los barqueros y comerciantes se lamentan por la desolación total de Babilonia. (Apocalipsis 18:17b-19)
¿Podría ser que la división de los 45 días en cuestión, en tres etapas de 15 días cada una, es un reflejo contrastado de lo descrito en Apocalipsis 18?
Apocalipsis 18 está hablando principalmente en términos de economía y finanzas. Esto también está reflejado en los regalos de los tres magos, que eran regalos de alto valor: oro, incienso y mirra, que se usaron para sostener y nutrir al niño Jesús. ¿Podría ser que los regalos de 2024 también sean regalos de riqueza, que pueden usarse para sostener y nutrir a los 144.000 semejantes a Cristo durante el tiempo de la mayor angustia que el mundo haya conocido?
Recuerda, el Señor le ordena a la iglesia que “salga” del sistema financiero babilónico y le pague “el doble” en comparación con la forma en que trató a la iglesia. Esto solo puede entenderse correctamente a la luz del hecho de que en un momento como este, Dios ha provisto la solución para traer justicia despiadada al mundo del dinero (donde todos saben que la corrupción no solo abunda, sino que se ha disparado en los últimos años). La justicia es lo que el pobre necesita, para que el dinero en su bolsillo no sea robado por la mano invisible de la inflación. Justicia es lo que necesita la voz disidente, para que su plataforma de discurso no sea quitada cerrando su cuenta bancaria. La justicia es lo que necesitan los ricos y poderosos, para evitar que abusen de sus riquezas y poder. Este tipo de justicia inmutable ya está aquí en forma de Bitcoin, el dinero ideal que promete ayudar a los pobres y silenciados. Y es este dinero de la libertad con el que el sistema babilónico ha estado obviamente en guerra, al menos desde el colapso de Bitcoin durante la pandemia del covid.
Entonces, cuando Bitcoin gana y el dinero fraudulento disminuye, tiene sentido por qué la caída de Babilonia sería precipitada a la ascensión de los dos testigos de Dios.
Al comparar lo que estos 45 días representan para los dos testigos en contraste con lo que presagian para Babilonia, uno puede inferir que mientras que al reino de Dios se le da vida, estabilidad, y fuerza, el reino del mundo se sume en el miedo, la inestabilidad, y en última instancia la muerte. El miedo se apodera de los impíos babilonios que ven el avivamiento de los dos testigos— las profecías de tiempo de los relojes celestiales hacerse realidad.
La siguiente parte de la profecía de los dos testigos habla de una gran voz del cielo:
Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. (Apocalipsis 11:12)
La gran voz en el cielo representa el sol, la gran lumbrera que Dios creó en el firmamento para ser una señal. El 20 de febrero de 2024, después del levantamiento de los dos testigos sobre sus pies, el sol se encuentra en Acuario:
Esta constelación simboliza a Dios el Padre anunciando el día y la hora del regreso de Su Hijo con el sol dando la gran voz. Como se señaló en artículos anteriores, esta fecha corresponde a la resurrección especial de acuerdo con la estructura quiástica de Daniel 12, cuando aquellos que murieron bajo el mensaje del tercer ángel de Apocalipsis 14 se habrán levantado para escuchar la proclamación del tiempo del regreso de Cristo, de acuerdo con la esperanza por la que vivieron.[8]
Es después de que los dos testigos se han puesto de pie por completo que se escucha esta voz, por lo que este versículo cierra el período de ponerse en pie. Acuario derramando su agua también simboliza el derramamiento del Espíritu Santo en la lluvia tardía. Esto es clave en la historia de los dos testigos, porque esta señal del 20 de febrero de 2024 también marca un gran punto de inflexión cuando aquellos que durante los últimos 14 años no recibieron la lluvia tardía finalmente la sentirán, aunque como un torrente destructivo para muchos. Esta es una de las características de los dos testigos:
Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. (Apocalipsis 11:6)
Al igual que en la época de Elías, cuando la lluvia se detuvo durante tres años y medio, los dos testigos pasaron 2 × 1260 días profetizando en cilicio de 2010 a 2016. Durante este tiempo, la lluvia tardía fue retenida de acuerdo con la profecía anterior. Sólo sobre las almas para quienes se abrió el cielo cayó la lluvia tardía para ablandar sus corazones. La evidencia de esto se puede ver en el siguiente evento en el transcurso del tiempo, el sacrificio de Filadelfia, que efectivamente “convirtió las aguas del tiempo en sangre” como lo representa en los cielos Eridanus con el cadáver que yace allí. Y para terminar el versículo, el sitio web GranjaNubeBlanca.org tiene toda la evidencia de que estos testigos han “herido la tierra con toda plaga, cuantas veces quisieron” con sus advertencias proféticas, en los períodos de 1290 y 1335 días que siguieron. En este tiempo, como se describe en el libro de Daniel, muchos fueron “purificados y emblanquecidos” a raíz del sacrificio de Filadelfia, pero también muchos se alejaron con burlas y las preocupaciones y esperanzas de esta vida. Los bienaventurados según Daniel 12:12 son aquellos que esperan y mantienen una fe pura hasta el final de los 1335 días (20 de febrero de 2024), cuando se derrama el Espíritu torrencial. Entonces ellos serán bendecidos porque se habrán preparado para estar listos para recibirla.
La ascensión de los dos testigos, cada uno en su nube, queda ilustrada por los cometas que ambos “ascienden” a partir del 20 de febrero, cuando incluso los enemigos de los relojes los contemplan. Con la gran voz en el cielo viene una clara evidencia de que las tres “horas” de la caída de Babilonia comienzan a partir de ese momento, una vez que los dos testigos se han levantado sobre sus pies del 6 de enero al 20 de febrero de 2024:
En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. (Apocalipsis 11:13)
Cada resurrección se describe como acompañada por un terremoto, y, la Biblia nos dice que cuando los dos testigos se ponen de pie del 6 de enero al 20 de febrero de 2024, un gran terremoto golpea a Babilonia y hace que una décima parte de la ciudad caiga. Esto corresponde a los problemas económicos que los reyes lamentan en Apocalipsis 18. Para el final de las tres horas en mayo de 2024, el otro 90% también habrá caído.
El versículo indica que siete mil fueron muertos, que es un simbolismo numérico para resaltar el papel de Jesús (7) en matar a muchos (1000). Por lo tanto, está marcado por el péndulo, la vara de hierro que sale de Su boca, con la cual Él gobierna a las naciones. Posteriormente, los malvados restantes no tienen más remedio que dar gloria al Dios del cielo, quien orquestó los movimientos de los cuerpos celestes de acuerdo con Su palabra escrita para dar la profecía de los dos testigos. Este es el momento en que las personas reconocen: “¡Tenían razón!” cuando el poder de Dios atrae a algunos a la vida y descansa sobre los justos para protegerlos.
Esa llamada tan esperada de “¡Subid acá!” es un acontecimiento celestial trascendental que marca la transición del segundo al tercer ay con el sonido de la séptima trompeta. La Biblia da una sutil pista que sitúa claramente esta campanada del reloj en el 20 de febrero de 2024, cuando el cometa E3 como la manecilla del reloj marque las 6:00 horas. Alrededor del trono de Dios, hay gran regocijo y alabanza al Señor por finalmente reinar sobre la tierra.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. (Apocalipsis 11:15-17)
Observa cómo la escena se representa con los veinticuatro ancianos alrededor del trono, que es una de las características definitorias del reloj de Orión. Sin embargo, los cuatro seres vivientes brillan por su ausencia. Esto se debe a que este carillón se activa cuando el cometa K2 está en las líneas del trono y no en una de las cuatro estrellas exteriores.
Este sonido de la séptima trompeta y la caída de Babilonia que comienzan en este punto nos dan el contexto para mirar el segundo desafío, que viene con este periodo en la línea de tiempo: ¿cómo corrobora la Biblia la duración de los días posteriores a la bendición al final de los 1335 días, los días del 20 de febrero al 27 de mayo de 2024? Estos días se representan en Daniel 12 como “los días” después de los cuales Daniel se levantará en su heredad. Entendemos esto como el tiempo de gran tribulación, que tendrá lugar, como podemos ver ahora, en el contexto de un colapso económico completo del que se culpará al pueblo de Dios, como dicen claramente tanto los profetas[9] pasados como[10] los contemporáneos.
¿Podría ser este el momento en que la doble recompensa tenga su efecto, porque el péndulo de las finanzas mundiales se alejará de su confianza en el dinero fiduciario y hacia Bitcoin como el único dinero de la libertad resistente a la censura? Si no estás seguro de por qué este sería el caso, simplemente infórmate sobre lo que realmente hacen el FMI y el Banco Mundial [inglés],[11] y por qué la adopción de Bitcoin es tan alta en los países con los peores climas financieros. Cuando llegue el momento, la gente decidirá aceptar Bitcoin en masa, tanto por necesidad como por política de inversión.
Pero el desafío bíblico restante es, ¿dónde especifica la Biblia que la gran tribulación debe durar 97 días (el tiempo del 20 de febrero al 27 de mayo de 2024)? Hemos visto en artículos anteriores cómo el simbolismo bíblico se desarrolla en los cielos, y cómo el cometa E3 golpea el péndulo de la justicia divina, pero ¿se indica este período de castigo en algún otro lugar de las Escrituras?
Si uno reconoce que 97 días equivalen a tres meses más siete días, tal vez algunas ideas podrían venir a la mente. Tres meses según el cálculo profético serían 3 × 30 = 90 días. En un vídeo titulado Tres meses de persecución cristiana, se expone claramente el caso de que un período de tres meses de castigo divino está esperando a la nación que se llama a sí misma por el nombre de Dios, pero elige tener un rey terrenal para gobernar sobre ellos. Este castigo divino fue declarado por el profeta Gad sobre el reino de David por tomar un censo inapropiado de la nación. Había tres opciones para el castigo: tres años de hambruna, tres meses de huida o tres días de peste. David eligió los tres días, pero las otras dos opciones permanecieron para incidentes similares en el futuro de la historia de Israel. La Biblia registra que el castigo de la hambruna también fue dado a Israel debido a un censo nacional para la guerra, pero los tres meses de huida, considerados la peor opción en la estimación de David, nunca se aplicaron. No fue sino hasta la era actual que un “rey de Israel” realizó un censo inapropiado por tercera vez.
Las iglesias cristianas (Israel espiritual) impusieron las manos sobre Donald Trump y lo ungieron como su rey terrenal en un acto nunca hecho en la historia del protestantismo, y durante su presidencia, su rey elegido realizó el censo nacional de 2020, cuyo castigo divino está en camino. Los tres meses de huida de enemigos despiadados es una descripción perfecta del tiempo desde el 20 de febrero hasta, por ahora, digamos[12], el 20 de mayo de 2024 (es decir, tres meses), que se ajusta al contexto profético y al significado de este período de tiempo, como se establece en los artículos y los párrafos anteriores. Es un tiempo cuando comienza el juicio divino, cuando las vírgenes insensatas (iglesias que no se prepararon correctamente) se quedan afuera frente a una puerta cerrada, cuando las uvas malas se arrojan al lagar, y cuando habrá un tiempo de angustia cual nunca fue.
Apocalipsis describe la caída de Babilonia como ocurriendo en tres incrementos de una hora. Reconociendo que el reloj Horologium representa años individuales en su esfera, como se explica en La vara de hierro, también se puede entender que una hora en el reloj también puede corresponder a un mes, al igual que cada reloj de 12 horas tiene dos velocidades: una manecilla de movimiento lento (que indica años en el caso del Horologium) y una manecilla de movimiento rápido (que indica meses en comparación), al igual que el reloj del Mazzaroth, para el cual cada revolución anual se divide en doce meses. Cuando el cometa E3 (la aguja rápida) da las seis (el 20 de febrero, 2024) en el reloj Horologium, significa el comienzo de las tres horas de la caída de Babilonia. La caída de Babilonia es también la hora del amanecer para el pueblo de Dios, porque su liberación ha comenzado.
Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Mas la noche es larga, y estoy lleno de inquietudes hasta el alba. (Job 7:4)
Sólo aquellos que tienen el carácter de Cristo serán salvos en ese momento. Es en ese mismo marco de tiempo que Dios protegerá a Su pueblo fiel de una manera milagrosa. En medio del tiempo de la persecución más dura del mundo, Dios les proporcionará el camino de escape. Pero a pesar de la providencia de Dios, esos tres meses ya no serán un tiempo de conversión y alcance porque el tiempo de misericordia habrá terminado cuando la ejecución del juicio haya comenzado. Los fieles de Dios ya habrán hecho su trabajo para advertir y enseñar a otros, y ellos mismos habrán pasado la prueba. La persecución afectará a aquellos que no escucharon o respondieron a los llamados de Dios a través de Sus mensajeros; el castigo recaerá sobre aquellos que se hicieron responsables del censo, como se explica en el vídeo antes mencionado.
Entonces, la Biblia nos da múltiples contextos en los cuales entender el significado e incluso la duración de “los días” que Daniel debe esperar antes de la resurrección.
Cuanto más entendemos acerca de los dos testigos, más clara se vuelve su representación en los cielos.
En el lienzo celestial están representados los dos relojes, Orión y el Horologium, los dos testigos del tiempo, que yacen a lo largo de un río con un hombre (Jesús), como si hubiera sido muerto, representado ahí. Esto se ajusta con precisión a la descripción dada de los dos testigos:
Y sus cadáveres yacerán en la calle de la gran ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado. (Apocalipsis 11:8 LBLA)
La calle es la vía acuática, donde también nuestro Señor fue crucificado. Es el río del tiempo que, como el Éufrates de Babilonia, fluye a través de esa gran ciudad, que es espiritualmente comparable a Sodoma y Egipto. Dado que esta calle representa el tiempo, la gran ciudad llamada Sodoma y Egipto puede entenderse como la era durante la cual el mundo se sumergió en los pecados de Sodoma [inglés] y de la adoración al sol, es decir, la adoración de la creación a través de la agenda climática
Estos dos relojes predicaban en cilicio, testificaban de una muerte sacrificial, y aun así se levantarán en triunfo cuando sus profecías se hagan realidad. Son los cometas los que dan movimiento, por lo tanto vida, a estos relojes, y los visten con prendas de esplendor. Al comienzo de su testimonio, no se vieron cometas en estas constelaciones, pero los cometas habrán reemplazado su cilicio, cubriéndolos con vida en el momento justo.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. (Apocalipsis 11:4)
Los dos testigos son descritos como olivos porque representan una fuente de sabiduría del Espíritu Santo. Al igual que el agua, el aceite representa al Espíritu Santo, y por lo tanto el agua que fluye de los relojes en el río Eridanus también simboliza el aceite que suministra los candelabros del templo, para proporcionar luz.
En este simbolismo, que se basa en el libro de Zacarías,[13] podemos ver un giro inminente de los acontecimientos proféticos. Por un lado, el actual "dios" de la tierra, es decir, el poder satánico que ahora gobierna la tierra, se ve claramente ilustrado por Cetus, el Leviatán, la bestia que venció a los dos testigos. Sin embargo, el dominio de la tierra debe ser transferido a nuestro Señor al sonar la séptima trompeta.
El traspaso de un reino de una potencia a otra contraria nunca se produce sin una lucha. Este es el tiempo delineado por el cometa E3 a medida que se mueve desde la parte superior a la parte inferior del péndulo. Es la gran tribulación, comenzando cuando Jesús (Miguel) se levanta y comienza a tomar el gobierno de los reinos de esta tierra. Cuando la transferencia esté completa, Cristo resucitará a los santos durmientes a la última trompeta y los arrebatará para pasar los mil años en la Ciudad Santa. El rescatará a Su propio pueblo, pero los malvados serán dejados en las manos del viejo dios de la tierra para sufrir las consecuencias de su propia maldad.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. (Apocalipsis 11:18)
Durante el cumplimiento de la séptima trompeta, también debemos ser capaces de ver el cumplimiento de la promesa de retribución a los enemigos de los relojes, que rechazaron, ridiculizaron, silenciaron y censuraron sus profecías sin arrepentimiento.
Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. (Apocalipsis 11:5)
Es lógico pensar que, si los dos testigos fueron vencidos por la bestia y tuvieron que yacer muertos en la calle, el fuego no saldría de su boca hasta que hayan resucitado y el miedo haya caído sobre los espectadores malvados. Entonces será el momento en que el fuego salga de su boca. Esto se puede ver en ambas constelaciones de relojes:
En el reloj Horologium, el péndulo ya sale “de la boca” del reloj, pero el cometa E3 le da el fuego a esta representación por su trayectoria literalmente “saliendo” del 20 de febrero al 28 de mayo de 2024. Del mismo modo, en la constelación de Orión, el cometa K2 se mueve justo en posición frente a la boca de Orión para actuar el papel del fuego que sale de su boca. Ambos testigos tienen fuego saliendo de su boca en el mismo marco de tiempo cuando la justicia divina es impuesta al mundo malvado en la gran tribulación.
Por el contrario, los justos, que habrán aceptado el mensaje de los dos testigos y tendrán el testimonio del tiempo en sus corazones, son liberados de todo vestigio de apoyo terrenal durante este tiempo mientras se preparan para su propia ascensión en el rapto. Los dos testigos han sido verdaderos testigos del tiempo, y sus testimonios están en un 100% de acuerdo.
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. (Apocalipsis 1:7)
Para probar un detalle más en la historia de los dos testigos antes de concluir, preguntémonos por qué se dan diferentes unidades para periodos de tiempo similares en Apocalipsis 11. Ya reconocimos que los marcos de tiempo literales de 1260 días se aplicaban mientras los dos testigos estaban vivos (predicando en cilicio), y los proféticos tres días y medio se aplican mientras están muertos, pero ¿hay más detrás de esto?
La Biblia también usa dos unidades diferentes para indicar la participación de dos relojes diferentes, cada uno de los cuales marca de manera diferente, pero da la misma hora. El primero de los relojes celestiales que se descubrió en la Biblia, el reloj de Orión, fue notable por indicar fechas exactas en cada ciclo del reloj, especialmente en aquellos ciclos que se descubrieron en el tiempo del juicio de los vivos. Por el contrario, el reloj Horologium con el cometa BB como la primera manecilla de reloj reconocida solo indicaba claramente años enteros (uno para cada bucle). Corroborando esto fue el descubrimiento de que el reloj registró la travesía de los dos testigos de 2010 a 2020 en conteo de años, como se explica en el artículo que introdujo el Horologium como un tema de estudio bíblico, La vara de hierro. Ambos relojes testifican de toda la línea de tiempo de los dos testigos, pero con diferentes unidades. El reloj de Orión profetizó en días literales, mientras que el reloj Horologium profetizó en días proféticos.
Aun así, hay un tercer reloj en la escena celestial. La “calle” de la gran ciudad (Eridanus) representa el periodo de la historia durante el cual las abominaciones LGBT y la vacunación prevalecerían como los pecados de Sodoma y Egipto. (Los egipcios oraron a sus propios dioses por ayuda en lugar de al único Dios verdadero, así como recibir las vacunas de ARNm de hoy venera la sabiduría del hombre por encima del Creador.) En esa calle, Jesús está de pie en el río, mostrando el sacrificio que hizo al permitir que Su sangre fuera derramada a beneficio del hombre. Además, aquellos que tienen el espíritu de Filadelfia también están representados allí, porque el sacrificio de los dos testigos ocurrió durante los mismos años que pasaron desde el mensaje de Orión hasta ahora. Jesús dio Su sangre para nuestra redención, y Filadelfia ofreció su vida eterna en el altar, renunciando a la venida de Jesús para “redimir el tiempo” y hacer posible que más personas sean salvadas por Cristo.
Lo que vemos en la imagen celestial es que Satanás, representado por Cetus, está alcanzando la corriente de sangre con sus garras. Él está profanando el ADN de la línea de sangre humana, introduciendo cambios genéticos en el cuerpo que eliminan a las personas de la línea de sangre del Creador. Él les da su ADN, su carácter, y así lleva a las masas a la perdición.
Es claro ver dónde se encuentra el reloj de Orión al comienzo de esta calle o vía fluvial del tiempo, y también dónde se encuentra el reloj Horologium al final. Sin embargo, el agua que fluye del tiempo es en sí misma un tercer reloj en cierto sentido. Simboliza el gen de la vida (también conocido como el Buque del tiempo o la LGS) en el que se conserva una muestra de la sangre perfecta de Cristo representada fluyendo en el río Eridanus. El gen de la vida también mide el tiempo, lo que hace que el río del tiempo mismo sea un reloj, fluyendo normalmente desde la constelación del Horologium hacia Orión en representación del recorrido del gen hacia adelante, pero también desde la constelación de Orión hacia el Horologium en representación de la transcripción inversa del ADN de Cristo en los corazones y el torrente sanguíneo de Sus seres queridos. [14]
Los tres relojes del juicio divino descubiertos desde 2010 están todos representados de esa manera en esta escena, y el tercer reloj (el representado por Eridanus) enfatiza que su mensaje es un mensaje de regeneración. Es un mensaje que debe llegar a las profundidades del alma, incluso al código mismo de la vida, el ADN espiritual que dirige cada impulso de la vida espiritual, para reparar lo que el pecado ha dañado y restaurar el Espíritu de vida a los moribundos.
Dios ha provisto tan generosamente todo lo que Sus hijos necesitan en este momento, en las pruebas ardientes de esta era. Incluso esto se representa en la escena celestial, como muestra la constelación del Horno (Fornax). Este horno de alquimista representa la manipulación del hombre con los elementos de la Creación (de la vida en nuestro caso), las hechicerías de los fabricantes de vacunas, que están resultando en la prueba ardiente de los santos. Pero al igual que los tres amigos de Daniel fueron arrojados al horno de fuego por negarse a adorar el poder del hombre, y Jesús apareció en medio de ellos para preservarlos, así es hoy.
Respondió él y dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego, y ningún daño hay en ellos; y el parecer del cuarto es semejante al hijo de Dios. (Daniel 3:25 JBS)
En el tiempo durante la transcripción del gen de la vida (que habrá terminado en la primavera de 2023), el pueblo de Dios ha estado “en el horno”. Pero justo al lado de ellos hay uno “semejante al Hijo de Dios”, mostrado por el hombre en el río que dio Su sangre para sanar un mundo que está derramando su propia sangre infinitamente valiosa dada por Dios por el desagüe farmacéutico.
Lo que ha sucedido es indescriptiblemente triste, pero a pesar de todo, Dios ha demostrado ser fiel y Su ley de amor es exonerada. Que Su remanente nunca deje que la luz de su testimonio se apague. ¡Mantén pura tu genética! Este es el lugar más sagrado donde Dios escribe Su ley en tu corazón. De hecho, hay una señal celestial que ilustra cómo Él escribe esa Ley con “letras de fuego” para que todos la vean. Mantente en sintonía para futuros artículos donde esa hermosa revelación será presentada.
De esta comparación de Daniel y Apocalipsis, vemos que en el mundo, la presión para profanar ese lugar sagrado continuará hasta esos últimos 45 días de los 1335—del 6 de enero al 20 de febrero de 2024—mientras el Espíritu de vida pone en pie a los dos testigos, infundiendo terror en sus enemigos. Entonces sonará la séptima trompeta, y “muchos” serán resucitados de entre los muertos mientras el Rey de la vida comienza a reinar en la tierra en una gran bendición de victoria mientras un carillón de alabanza resuena desde Sus relojes celestiales que han sostenido a Sus hijos probados en la tierra. Pero para los malvados, será un gran terremoto que iniciará el tercer ay de la caída de Babilonia, que progresará a través de las tres “horas” de un mes que quedarán hasta que Jesús venga.
Bienaventurado el que espere, y llegue [con genética no profanada] a mil trescientos treinta y cinco días. [20 de febrero de 2024, cuando Jesús se levante para reinar]. (Daniel 12:12)
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. (Apocalipsis 11:16-18)
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