La primera y la segunda bestia de Apocalipsis 13 han proclamado la paz y seguridad el 13 y 14 de mayo en un intento de hacer el mundo mejor que antes de la pandemia del coronavirus. “¿Mejor para quién?”, podríamos preguntarnos.
Con la visita de Pompeo a Israel para acelerar el plan de paz de Trump y la reunión del papa con los líderes religiosos para un día de oración por la seguridad ante el coronavirus, ambos aspectos de la advertencia de Pablo han sido abordados.
que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. (1 Tesalonicenses 5:3)
Pompeo, en representación de la segunda bestia de Apocalipsis 13, ha promovido la controvertida anexión de Cisjordania como parte del acuerdo de paz y programó su discurso un día antes de la formación del nuevo gobierno de unidad de Israel, justo a tiempo para que presten mucha atención a la aplicación del plan de anexión.[1]
Mientras tanto, el papa, en representación de la primera bestia, acogió un día mundial de oración, independientemente a que dios se haya invocado, para salvaguardar el mundo y convertirlo en un lugar mejor después de la pandemia.[2]
Cada uno desde donde quiera que esté y de acuerdo con las enseñanzas de su religión, fe o secta, debe implorar a Dios que levante esta pandemia de nosotros y del mundo entero, para rescatarnos a todos de esta adversidad.[3]
Los dos acontecimientos pueden parecer completamente distintos y sin relación entre sí, pero la relación se hace evidente cuando se entiende que este día de oración fue propuesto por el Comité Superior de la Fraternidad Humana, cuyo propósito es “compartir el mensaje del Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia”, que el papa firmó en el primer viaje papal a la Península Arábiga en febrero de 2019, donde dijo, a través del lema de la reunión, “Hazme un canal de tu paz”. Ahora los líderes religiosos del mundo se reunieron virtualmente para rezar el mismo día en que Israel estuvo finalmente listo, después de su prolongado caos electoral, para avanzar en el acuerdo de paz. ¿Es esto una coincidencia?
Además, la petición enfatiza mostrar su propósito de que el mundo no sólo debe ser restaurado a la normalidad, sino que debe convertirse en un lugar mejor después de que la pandemia haya terminado. La pregunta es cómo se puede interpretar el hecho de ser mejor a la luz de la propia fe religiosa. ¿Quizás la fe de uno enseña que seguir las Piedras Guía de Georgia es la forma de hacer un mundo mejor? Para los adherentes a esa fe como se describe allí,[4] el mundo es, de hecho, mejor con los controles que se han establecido a causa de la pandemia! Es como el fénix que surge de las cenizas del mundo pre-pandémico.
A gran escala, se podría decir que el llamado a la paz y la seguridad comenzó en 2016, un año especial con respecto al plan de redención, cuando el papa Francisco inició una reunión similar (pero física) de líderes religiosos para una oración por la paz. Como dijimos en ese entonces, la paz a través de la tolerancia del pecado es un concepto fundamentalmente defectuoso, porque no es la paz con Dios, ¡sino una paz superficial con los rebeldes que están unidos contra Su gobierno! Poco después, el carácter sacrificial del gobierno de Dios fue demostrado por Sus vigilantes, lo que inició una demora para dar tiempo a la cosecha de almas para que Dios llevara a la madurez. Y ahora es el llamado a la seguridad contra la Corona, no tanto el virus, sino el Rey coronado, que está ganando la batalla de Coronagedón.
En cualquier escala que uno considere, el siguiente paso está claramente establecido por la Biblia: “destrucción repentina”. ¿Estás preparado para ese resultado? La paz del mundo no es más genuina que los líderes hambrientos de poder que la promueven, liderados por el propio padre de la mentira. Podemos confiar en las palabras de Jesús de que el reino de Satanás dividiéndose, también caerá.
Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. (Mateo 12:25)
Por el contrario, el Señor nos da un tipo diferente de paz que puede mantenernos seguros incluso en tiempos difíciles.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. (Juan 14:27)
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